La vida nos marcó para siempre...
Triste realidad la que bien relataba nuestra amiga Flor (mamy de Helena) en uno de sus escritos cuando decía: "Tres años no es mucho tiempo...Cien años todavía serían pocos". Y es que cuando la ausencia de lo que mas se ama en este mundo duele tanto, se hace imposible olvidar la crueldad de lo vivido.
Me niego a quedarme quieto, en silencio ante tal atrocidad que nos desgarró el alma. No me resigno a tu ausencia...Cada día te tengo mas presente y maldigo a aquellos que arrasaron nuestra felicidad.
Si no hay justicia, no hay sentido y la vida se convierte en condena.
Duele tanto el silencio de la justicia que devora todos y cada uno de nuestros días. Vivimos una sola verdad enzarzada contra la crueldad de la mentira y la furia por hacernos callar...Los malditos ya saben que nunca podrán hacernos callar, que se enfrentan a muros de hormigón armado y que será muy difícil hacerlos caer cuando el tiempo los ha ido nutriendo contra la falsedad y la difamación.
Amada Julia, tu sabes que buscamos un esbozo para los suspiros de nuestro triste alma, intentando abrir un nuevo camino entre los vientos del mundo. En cada uno caben las luces del sol o los espejos de la luna y en nuestros corazones habitan irremediablemente los fuegos de la rabia y las sombras de la duda ante esta justicia tan tardía como injusta.
Una noche mas me encontrarás mirando el cielo, buscando un resquicio de luz para imaginarte y contarte las una y mil cosas que siempre te cuento. Quiero seguir encontrando en él tu luz que ahora resplandece nuevamente para seguir guiando nuestros pasos en este camino donde las lágrimas, el dolor y la amargura siguen siendo nuestra compañía.
"Y cada noche vendrá una estrella a hacerme compañía,
que te cuente como estoy y sepas lo que hay...
Y mi amor, amor, amor
estoy aquí, no ves...
Si no vuelves, no habrá vida
no sé lo que haré..."
